Corre 1948. En La Habana, Cuba, se desarrollará el V Congreso Internacional de Lepra. Desde hace tiempo se gesta en el espíritu de un grupo entusiasta de dermátologos ibero-latinoamericanos la idea de congregar a todos los colegas de habla española y portuguesa conjuntamente con las Sociedades Médicas de Dermatología, Sifilología, Venereología y Leprología de sus respectivos países. Ya en la década del treinta, los catedráticos José Sánchez Covisa de Madrid y Pedro L. Baliña de Buenos Aires vislumbran una unión iberoamericana de dermatólogos. Pero el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, fuerza al exilio al primero que emigra a Caracas donde es nombrado Director ad honorem de la Clínica Dermatológica de la Universidad Central de Venezuela. Numerosos problemas sumados a la continua inestabilidad política mundial y su muerte en 1944 dilatan el proyecto. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, comienza la época de creación de las grandes organizaciones internacionales políticas, humanitarias y científicas: surgen las Naciones Unidas (ONU) en 1945, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en 1946, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), ambas en 1948. También en aquel año se reanudan, después de una década, los preparativos para un nuevo Congreso Internacional de Lepra, por primera vez en América Latina. Pero por entonces la salud del Prof. Pedro L. Baliña no es buena –afectado de una insuficiencia cardiaca, fallecerá meses más tarde atendiendo en su consultorio- y encomienda al Prof. Marcial I. Quiroga el cumplimiento del ansiado anhelo, la unión de la Dermatología Iberoamericana.